Barrio Blanco en Salamanca: Tranquilidad residencial con toques históricos
¿Buscas un sitio tranquilo pero con buena conexión? El Barrio Blanco en Salamanca te ofrece eso mismo. Es un sitio residencial, ideal si valoras la calma al final del día. Aquí la vida transcurre sin prisas, pero con todo a mano.
Precios de alquiler en Barrio Blanco (actualizado 2025)
Alquilar en Barrio Blanco es, por lo general, más asequible que en el centro. Un piso de dos habitaciones puede rondar los 550-700 euros, dependiendo mucho de si tiene alguna reforma reciente o está más antiguo, con esos detalles de los 80s que a veces nos sorprenden.
- Pisos de una habitación: 400-550 euros.
- Pisos de dos habitaciones: 550-700 euros.
- Pisos de tres habitaciones: 650-850 euros.
Vivir en Barrio Blanco: Lo que debes saber
Lo bueno de Barrio Blanco es su ambiente relajado y familiar, lejos del bullicio del centro. Las calles son anchas, con zonas verdes como el Parque de la Aldehuela donde puedes pasear. Sin embargo, si buscas la vida nocturna más vibrante, quizás tengas que acercarte al centro, que no pilla lejos en bus.
A favor: La tranquilidad, los precios más ajustados y la cercanía a supermercados grandes como el Mercadona de Calle Obispo Barbazán.
En contra: Menos opciones de ocio nocturno y la necesidad de usar transporte público para llegar al centro histórico, aunque es un trayecto corto.
Transporte público en Barrio Blanco
Moverte por Barrio Blanco es muy sencillo. Varias líneas de autobús urbano conectan el barrio con puntos clave de Salamanca. La parada de autobús de la línea 4 en la Avenida de Portugal te deja en la Plaza Mayor en unos 10-15 minutos. También puedes llegar andando al centro en unos 20-25 minutos si te apetece.
Además, para los que viajan en coche, la Avenida de Salamanca ofrece una salida fácil y rápida de la ciudad, con ese tramo de incorporación directo a la autovía.
Un rincón de historia: La Iglesia de Santiago Apóstol
Aunque Barrio Blanco es principalmente residencial, no está exento de un toque histórico único. Muy cerca, puedes encontrar la Iglesia de Santiago Apóstol, una joya románica con sus peculiares detalles mudéjares. Es uno de esos edificios que te transportan a otra época y rompe con la arquitectura más moderna del barrio, un contraste muy chulo. Merece la pena un paseo para verla y apreciar su fachada con esos arcos tan característicos.