Ègara en Terrassa: La fusión histórica de la antigua Tarrasa
El barrio de Ègara, en Terrassa, te ofrece un viaje en el tiempo sin renunciar a las comodidades actuales. Es una zona con un pasado romano que se respira en cada rincón, donde las antiguas vías se mezclan con edificios modernos y servicios de calidad. Si buscas un lugar con carácter y buena gente, Ègara es una opción a considerar.
Precios de alquiler en Ègara (actualizado 2025)
Alquilar en Ègara es generalmente más asequible que en el centro de Terrassa, con una media que ronda los 650-800 euros para un piso de dos habitaciones. Los apartamentos más pequeños, cercanos a la Rambla d'Ègara, pueden encontrarse por unos 550 euros, mientras que las casas adosadas en las zonas más tranquilas como cerca del Parc de Sant Jordi, superan los 900 euros.
- Pisos de 1 habitación: 550-650 euros
- Pisos de 2 habitaciones: 650-800 euros
- Pisos de 3 habitaciones o más: 800-1100 euros
Vivir en Ègara: Lo bueno y lo malo
Ventajas: La tranquilidad de sus calles residenciales y la cercanía a zonas verdes como el Torrent de les Bruixes son puntos fuertes. Además, su oferta comercial local en la Calle Sant Pere es muy variada y te permite hacer la compra sin necesidad de grandes desplazamientos.
Desventajas: El aparcamiento en algunas zonas puede ser un desafío, especialmente cerca de la estación de tren. Aunque está bien comunicado, ciertas conexiones de autobús son menos frecuentes que en otros barrios céntricos.
Transporte público en Ègara
Ègara está bien servido por el transporte público. La estación de FGC Terrassa-Rambla te conecta directamente con Barcelona en unos 30 minutos. Varias líneas de autobús, como la L1 y la L3, recorren el barrio, facilitando el acceso a otras zonas de la ciudad y a la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), ubicada a solo 15 minutos en autobús.
Ègara histórica: Un paseo por el pasado romano y medieval
Si te gusta la historia, Ègara es tu lugar. Las Esglésies de Sant Pere de Terrassa, un conjunto monumental de origen visigótico con restos romanos, son el corazón cultural del barrio. Pasear por sus alrededores es como viajar en el tiempo. También puedes explorar los restos del Pont del Diable, un acueducto romano que sigue asombrando por su ingeniería antigua.