El Casco Viejo en Vitoria-Gasteiz: Un viaje al pasado con encanto medieval
¿Te apetece vivir en un sitio donde cada callejuela tiene una historia que contarte? Pues el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz es justo eso: un laberinto de callejones empedrados y edificios que parecen sacados de otra época, pero con toda la marcha y los servicios de hoy. Es el corazón de la ciudad, lleno de bares de pintxos, tiendas con solera y una vida cultural que no para. Si buscas un lugar con alma y carácter, ¡aquí lo tienes!
Precios de alquiler en el Casco Viejo (actualizado 2025)
Alquilar en el Casco Viejo es como hacerte con un pedacito de historia, pero sin que te cueste un riñón. Los precios suelen ser bastante razonables, sobre todo si los comparas con otras zonas céntricas de ciudades grandes. Los pisos aquí suelen ser más pequeños y acogedores, perfectos para una o dos personas, aunque también puedes encontrar opciones con más espacio si buscas bien. Para un estudio o un apartamento de una habitación, puedes esperar pagar entre 550€ y 700€. Si necesitas algo más grande, con dos o tres habitaciones, los precios suben a los 750€-950€, dependiendo del estado del piso y de lo que ofrezca. ¡Es una inversión en calidad de vida!
Vivir en el Casco Viejo: Lo que debes saber
- Pros:
- Ambiente único: Aquí la vida se siente diferente. Hay un rollo muy auténtico, con vecinos de toda la vida y una mezcla de culturas que enriquece un montón.
- Todo a mano: Tiendas, bares, restaurantes, museos... ¡lo que quieras, lo tienes a un paso! Puedes ir andando a casi todas partes.
- Historia y cultura: Estarás rodeado de edificios históricos y siempre hay eventos culturales, conciertos o exposiciones. Es como vivir en un museo, pero uno muy vivo.
- Contras:
- Calles estrechas: Olvídate de meter el coche hasta la puerta de casa. Muchas calles son peatonales y otras son bastante estrechas, así que aparcar puede ser un poco jaleo.
- Menos zonas verdes: Aunque Vitoria es una ciudad súper verde, en el Casco Viejo hay menos parques grandes. Tienes que irte un poco más lejos para encontrar zonas amplias para pasear.
- Mucho bullicio: Al ser una zona tan céntrica y con tanto ambiente, a veces hay bastante ruido, sobre todo por las noches y los fines de semana. Si buscas paz y silencio absoluto, quizás no sea tu sitio.
Transporte público en el Casco Viejo
Moverte por el Casco Viejo es un gustazo porque, sinceramente, ¡casi todo lo haces andando! Es el barrio perfecto para pasear y perderte por sus calles. Pero si necesitas ir más lejos, no te preocupes, está súper bien comunicado. Tienes varias paradas de autobús urbano a tiro de piedra que te conectan con el resto de Vitoria-Gasteiz. La parada de Catedral, en la calle Francia, te deja a un paso de la entrada principal del casco y conecta con varias líneas importantes.
- Tranvía: La línea de tranvía que recorre el centro tiene paradas como Parlamento/Legebiltzarra o Lovaina/Lohaina que te dejan muy cerquita del corazón del Casco Viejo, facilitando el acceso a zonas como la Plaza de la Virgen Blanca o el Artium.
- Autobús: Hay muchas líneas de Tuvisa que bordean el Casco Viejo. Las paradas en la calle Francia o Paz son clave para conectar con prácticamente cualquier punto de la ciudad.
- Bicicleta: Vitoria es una ciudad muy bike-friendly y en el Casco Viejo también encontrarás puntos del servicio de bicicletas públicas. Aunque dentro de las murallas es más difícil pedalear por las cuestas y calles estrechas, es ideal para moverte por los alrededores.
El Corazón de la Almendra Medieval: Historia y Miradores
El Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz, conocido como la “Almendra Medieval” por su forma, es uno de los conjuntos históricos mejor conservados de España. No es solo un barrio, es un viaje en el tiempo. Aquí cada rincón te cuenta una historia. Pasear por la Cuesta de San Vicente te hará sentir como si estuvieras en la Edad Media, mientras que la Plaza de la Burullería, con su iglesia de San Pedro, es perfecta para un café al sol.
- Catedral de Santa María: Conocida como la “Catedral Vieja”, es una joya arquitectónica que ha inspirado a escritores como Ken Follett. Puedes hacer visitas guiadas para ver las obras de restauración y subir a sus torres para disfrutar de vistas espectaculares de la ciudad.
- Los Cantones: Son esas callejuelas que suben y bajan, uniendo la parte alta con la parte baja de la Almendra. El Cantón de San Roque o el Cantón de las Carnicerías tienen un encanto especial con sus casas antiguas y ese aire misterioso.
- Miradores escondidos: Si te gusta ver la ciudad desde arriba, busca los pequeños miradores. Uno de mis favoritos es el que hay cerca del Palacio de Villasuso, al lado de la Cuesta de San Vicente, desde donde se ve una panorámica preciosa de los tejados del Casco Viejo y la Llanada Alavesa al fondo. Otro punto con vistas increíbles es el del Jardín Secreto del Rey, junto a la muralla medieval.