El Tablero en Córdoba: Tranquilidad y calidad de vida para familias
Vivir en El Tablero, al norte de Córdoba, es apostar por un estilo de vida tranquilo y familiar. Este barrio, conocido por sus amplias zonas verdes y chalets, ofrece un refugio perfecto del bullicio del centro, sin renunciar a todas las comodidades.
Precios de alquiler en El Tablero (actualizado 2025)
Los precios de alquiler en El Tablero suelen ser más altos que la media de Córdoba, debido a la calidad de sus viviendas y su entorno. Un piso de dos habitaciones puede oscilar entre los 650€ y 850€, mientras que un chalet adosado, muy demandado en la zona, puede superar los 1.000€ al mes. La demanda de viviendas unifamiliares es constante.
Ventajas y desventajas de vivir en El Tablero
- Ventajas:
- Gran cantidad de zonas verdes y parques, como el Parque de la Asomadilla.
- Ambiente familiar y seguro, ideal para niños.
- Viviendas de alta calidad, muchas de ellas con jardín y piscina.
- Proximidad a la Sierra de Córdoba, perfecta para rutas de senderismo.
- Desventajas:
- Precios de alquiler generalmente más elevados.
- Menos oferta de ocio nocturno y cultural que el centro de la ciudad.
- Dependencia del coche para algunos desplazamientos largos, a pesar del transporte público.
Transporte público en El Tablero
Aunque El Tablero se percibe como una zona residencial, está bien conectada. Las líneas de autobús de la empresa municipal Aucorsa (especialmente la Línea 5, que recorre la Avenida del Brillante) conectan eficientemente el barrio con el centro y otros puntos clave de Córdoba. La parada en la Glorieta de Chinales es un punto central para diversas conexiones.
Un paraíso para las familias: Colegios y actividades al aire libre
El Tablero es un barrio muy valorado por las familias gracias a su excelente oferta educativa y de ocio infantil. Destacan centros como el Colegio Almedina o el Colegio Ahlzahir, ambos con una reputación sólida en la zona. Además, el Parque de la Asomadilla, uno de los pulmones verdes más grandes de Córdoba, ofrece extensas áreas de juego, pistas deportivas y espacios para picnics, siendo un punto de encuentro habitual para los vecinos. Las urbanizaciones privadas a menudo incluyen sus propias zonas comunes con piscinas y actividades organizadas para los más pequeños, fomentando una vida comunitaria activa.