Can Pastilla en Palma: Sol, playa y ambiente relajado
¿Buscas un lugar en Palma donde el sol y la playa sean tus vecinos? Can Pastilla es ese rincón. Este barrio costero, situado justo al lado del aeropuerto, es ideal para quienes quieren vivir la vida isleña sin el ajetreo del centro. Aquí, las mañanas empiezan con el olor a salitre y las tardes terminan con el sonido de las olas. Es el sitio perfecto si eres de los que prefiere unas zapatillas a unos tacones y la brisa marina al asfalto.
Can Pastilla no es solo un destino turístico, es un hogar para muchos que buscan tranquilidad, pero con todos los servicios a mano. Podrás salir a pasear por su largo paseo marítimo, ir en bici hasta Palma o simplemente sentarte en una terraza a ver la vida pasar. Es un barrio con un ambiente muy familiar y donde siempre encontrarás a alguien con quien charlar.
Precios de alquiler en Can Pastilla (actualizado 2025)
Alquilar en Can Pastilla suele ser un poco más asequible que en el centro de Palma, lo cual es un plus. Los precios varían, claro, pero te puedes hacer una idea. Un estudio o apartamento pequeño puede rondar los 700-900 euros al mes. Si buscas algo más grande, como un piso de dos habitaciones, los precios suben a los 1000-1300 euros. Las casas o chalets, que suelen tener patio o terraza, ya se van a los 1500 euros para arriba, dependiendo del tamaño y la cercanía a la playa. Recuerda que la temporada alta (verano) puede inflar un poco los precios, ¡así que si buscas chollos, el invierno es tu aliado!
- Estudios/Apartamentos pequeños: 700-900 euros
- Pisos de 2 habitaciones: 1000-1300 euros
- Casas/Chalets: Desde 1500 euros
Vivir en Can Pastilla: Lo que debes saber
Como todo, Can Pastilla tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Lo primero es que vivirás a dos pasos de la playa, la Platja de Palma, con su arena fina y sus aguas cristalinas. ¡Un lujo! El ambiente es superrelajado y la comunidad es muy acogedora, con muchos residentes extranjeros que le dan un toque multicultural. Además, tienes de todo: supermercados, tiendas pequeñas, farmacias y un montón de bares y restaurantes donde comer un buen “pa amb oli” o un pescadito fresco.
El punto menos favorable podría ser que, en verano, la afluencia de turistas es alta. Esto se traduce en más movimiento, pero también en algunas zonas más ruidosas. Si buscas una tranquilidad absoluta, quizás los meses de julio y agosto te parezcan un poco bulliciosos. Otra cosa a considerar es que, al estar cerca del aeropuerto de Son Sant Joan, a veces se escucha el ir y venir de los aviones. Pero, ¡oye! Mucha gente se acostumbra rápido y ni se da cuenta.
Transporte público en Can Pastilla
Moverte por Can Pastilla y los alrededores es bastante fácil. La red de autobuses de la EMT Palma es tu mejor aliada. Tienes varias líneas que te conectan directamente con el centro de Palma, como la Línea 25 que pasa por el Aquarium de Palma y te deja en la Plaça d'Espanya en unos 20-30 minutos. También hay autobuses que van directos al aeropuerto, lo cual es súper cómodo si viajas mucho o tienes que recoger a alguien.
Además, el carril bici es una maravilla. Puedes ir pedaleando desde Can Pastilla hasta el centro de Palma o en dirección a s'Arenal, disfrutando de las vistas de la bahía. ¡Es una gozada y una forma fantástica de mantenerte en forma! Si prefieres el coche, tienes buenas conexiones con la autopista Ma-19, que te lleva a Palma en un pispás o te permite explorar otras zonas de la isla.
El Paseo de Cala Estancia: Un tesoro oculto
Aunque Can Pastilla es famoso por la Platja de Palma, un rincón que no puedes perderte es el Paseo de Cala Estancia. Es una pequeña bahía, más recogida y con un ambiente muy local. Aquí encontrarás un paseo más tranquilo, salpicado de pequeños restaurantes y cafés con terraza donde podrás disfrutar de unas vistas espectaculares al mar. Es el lugar perfecto para un café mañanero o una cena romántica al atardecer, lejos del bullicio de las zonas más concurridas.
La playa de Cala Estancia es más pequeña y menos concurrida, ideal si buscas un poco más de intimidad. Además, cuenta con un pequeño puerto deportivo que le da un encanto especial. Es un sitio donde los locales van a bañarse y a pasear, lo que te permite sumergirte de verdad en la vida del barrio. Date una vuelta por el Club Marítimo de Cala Estancia, observa los barcos y, si te animas, prueba su restaurante, que tiene una terraza muy agradable.