Puerta de la Carne - Judería en Sevilla: El encanto de la historia
El barrio de Puerta de la Carne - Judería, en el corazón de Sevilla, es un lugar que te atrapa con sus callejones estrechos y su ambiente auténtico. Si buscas un alquiler sin agencias, aquí descubrirás una zona con mucha historia y un día a día tranquilo.
Precios de alquiler en Puerta de la Carne - Judería (actualizado 2025)
Alquilar un piso en esta zona suele rondar los 850 y 1.200 euros para un apartamento de una o dos habitaciones. Los precios varían según si el inmueble es más antiguo, con techos abovedados y patios interiores, o si ha sido reformado con un estilo moderno. La demanda es alta, especialmente por su cercanía al centro histórico y la Universidad de Sevilla.
Vivir en Puerta de la Carne - Judería: Lo que debes saber
- Pros: Disfrutarás de un ambiente auténtico, con mucha vida local y la tranquilidad de sus calles. Tienes todo a mano y el centro histórico está a un paseo. Es un barrio con mucho encanto, ideal para caminar y descubrir rincones únicos.
- Contras: Algunas calles pueden ser ruidosas por el tránsito turístico. El aparcamiento es complicado, por lo que es mejor moverse a pie o en transporte público. Los pisos suelen ser antiguos y es posible que encuentres algunos sin ascensor, algo típico de la arquitectura histórica sevillana.
Transporte público en Puerta de la Carne - Judería
Moverte por aquí es muy sencillo. Tienes varias paradas de autobús cerca, como la de Menéndez Pelayo (Puerta de la Carne), con líneas como la 05 o la 21 que te conectan con otros puntos de Sevilla. La estación de Metro Puerta Jerez está a unos 15 minutos andando, dándote acceso a la línea 1. Caminar es la mejor opción para descubrir el barrio y llegar a los puntos clave.
La Judería: Un viaje al pasado en Sevilla
El barrio de la Judería es un laberinto de callejuelas que te transporta a otra época. Aquí encontrarás la Calle Susona, famosa por su leyenda, o el Patio de Banderas, con unas vistas increíbles de la Giralda. Es un lugar lleno de historias, donde cada rincón tiene algo que contar y donde aún se respira el ambiente de la antigua comunidad judía. No te pierdas sus pequeños comercios artesanales y sus bares con encanto, como la Bodega Santa Cruz, ideal para tapear en un ambiente de los años 80.