Plaza de Toros en Zaragoza: Un barrio con historia taurina y conexión céntrica
El barrio de Plaza de Toros, en Zaragoza, te ofrece la oportunidad de vivir en una zona con mucho ambiente y a un paso del corazón de la ciudad. Es un lugar ideal para quienes buscan comodidad, servicios a mano y una buena red de transporte público.
Precios de alquiler en Plaza de Toros (actualizado 2025)
Los precios de alquiler en Plaza de Toros son bastante competitivos si los comparamos con otras zonas céntricas. Podrías encontrar pisos de una o dos habitaciones desde 550 euros, mientras que los más grandes pueden subir hasta los 800 euros. La calle Pignatelli, con sus edificios más modernos, tiende a tener alquileres ligeramente superiores.
Vivir en Plaza de Toros: Lo que debes saber
- Ventajas: Su ubicación es excelente, a 10 minutos a pie de la Plaza del Pilar. Tiene una gran cantidad de comercios locales, bares y restaurantes, especialmente en la calle Conde de Aranda, que siempre está llena de vida.
- Desventajas: Al ser un barrio muy céntrico y concurrido, el aparcamiento puede ser un desafío si no dispones de garaje. Algunas calles, como Agustina de Aragón, pueden ser ruidosas en horas punta.
Transporte público en Plaza de Toros
Moverse por Plaza de Toros es pan comido. Tienes varias líneas de autobús que conectan el barrio con toda la ciudad. La parada de autobús de Puerta del Carmen es un punto clave, donde paran las líneas 21, 23, 29, 32, 33, 34 y 36, por ejemplo. Además, la estación intermodal de Zaragoza-Delicias, que conecta con trenes de alta velocidad y regionales, está a solo 15 minutos andando, ideal para escapadas fuera de la ciudad.
La esencia histórica de la Plaza de Toros
No podemos hablar de este barrio sin mencionar su joya: la Plaza de Toros de la Misericordia. Inaugurada en 1764, es una de las plazas de toros más antiguas de España y un icono de la ciudad. Aunque hoy en día acoge diversos eventos culturales y musicales, su arquitectura barroca y su historia, con leyendas de grandes toreros, son fascinantes. Pasear por los alrededores, como por el Paseo María Agustín, te transporta a un Zaragoza con solera.